Han comenzado las audiencias públicas de los gobiernos locales y regional; y en verdad son más poses que esperanzas, mas acusación que construcción, mas hígado que corazón, mas terno que pantalón, así las audiencias se convierten en una tribuna para hablar mal del anterior y promoverse como el salvador, pero como todo es redondo en este planeta vulgar, de ellos también se hablara así cuando les toque salir y dirán los que asuman nada hizo, nada paso, ya fue.

Como sociedad mezquina heredamos esa actitud, por una cuestión itinerante de no hablar bien del que sale sino decir que fue “ladrón y corrupto” o que “fue incapaz y sin visión de futuro”, o el famoso dicho “yo seré distinto”, “conmigo será otra cosa”, frases que son producto de su cortisona cerebral que al ver el estado catatónico en la cual se encuentra la institución que dirige solo reacciona con frustración, venganza y celos de no poder superar lo hecho por el anterior gobierno.

Los que han asumido este periodo de gobernación 2014 – 2018, sin duda alguna tienen un reto de alto nivel, hacer obras sin el presupuesto holgado que tenían los anteriores, es magro, flaco y cetrino lo que les ha tocado administrar y en algunos casos tan ralo que ni siquiera podrían hacer una pista de 100 metros en su distrito, porque han recibido municipios endeudados, en saldo rojo y que más que hacer tendrán que recuperar, más que inaugurar tendrán que solo poner la primera piedra.

De allí solo les queda tomar dos caminos al gobernante y a los alcaldes, ser administrador de lo que hay y se tiene o ir a buscar, y encontrar de la torta del Estado pedazos del pastel presupuestario de los Ministerios, y para ello solo tienen este año, ya que el próximo al ser año de elecciones la caja grande del Estado Peruano será cerrada porque ese es el pedido de los líderes políticos al nuevo presidente del consejo de ministros, previsión en el gasto y balance con flujo adecuado y no derramar plata por doquier para que el Presidente salga bien aprobado.

No esperemos por eso de nuestros gobiernos altas expectativas, ni generemos en las poblaciones enormes perspectivas, recuerden que nuestro desarrollo es producto en su mayoría del canon minero y regalías mineras, y en nuestro entorno regional, las operaciones mineras están paralizadas, los proyectos mineros sin sostenimiento financiero, y la perspectiva de recuperación de la industria extractiva es todavía al 2016, siendo así, lo poco que se tiene que se gaste bien y en la zona, que si se tiene que comprar insumos, productos y servicios se tiene que hacerlo en las tiendas y operadores de la región , de lo contrario el movimiento económico seria lento generando desempleo informal mayor y revuelco social permanente en contra de los alcaldes y gobernante regional.

Las obras por impuesto es otra salida para que se genere mayor actividad económica y empleo en la gente, para ello, las negociaciones no deben truncarse sino abrir el dialogo, sentarse en la mesa y aclarar detalles ; y si hay inversionistas para que puedan iniciar industrias sostenibles en energía renovable, proyectos de ganadería, agricultura y riego, ¿Por qué cerrarles la puerta?, seamos una región abierta el mercado y no saeta venenosa de la inversión privada, que si bien es cierto no es la perfecta, pero en estas circunstancias es la mejor opción para no morir por inanición.